Adeus, Imortal!

Pensei em escrever um texto longo, especial. Mas com certeza iria perder-me em divagações estatísticas e sentimentais que fariam com que a mensagem perdesse fulgor.

Delfín Melero, da Marca, resume em poucas linhas tudo o que nestes dias vai na alma dum madridista e raulista convicto. Pungente.

"La inmortalidad de Raúl

Se marcha Raúl y no son palabras mayores, es la Biblia en verso. Se va Raúl a la Bundesliga, pero su presencia permanecerá siempre en el escudo del Real Madrid. "Raúl es el Madrid y el Madrid es Raúl". Lo explicó Butragueño, futbolista también legendario que vio en primera persona la irrupción meteórica de un niño de San Cristobal de los Ángeles que se forjó una estatua madridista desde que debutó en La Romareda.

Raúl jugó su último partido con la camiseta de su vida, precisamente, en ese estadio. Todo acabó para Raúl donde empezó todo. El servicio final del '7' a la Casa Blanca fue un gol imposible, un gol que marcó cojo, lesionado, pero no herido en su orgullo. El último tanto de Raúl le representó como ningún otro.

El capitán acudió a un remate al que no hubiese ido nadie. Era imposible para el resto. El '7', cojeando, apareció dentro del área, sorprendiendo, y marcando con la izquierda. El resto le daba igual. Había marcado por el Real Madrid. Después de los servicios prestados se marchó sustituido. Ni él mismo sabía que iba a ser su último encuentro con el Real Madrid. Fue el final más romántico para un futbolista sentimental.

El mejor sin ser el mejor

Raúl es único. No aparecerá otro como él en décadas, si es que alguno se atreve a ser como el '7'. Raúl es futbolista porque quiso, porque había nacido para convertir los sueños en realidad. Dios no le dio las facultades para jugar al fútbol que sí le dio a otros. Raúl no es el mejor rematador, pero ha fusilado porterías. No es el más rápido, no es el más fuerte, pero en la malvada selva del fútbol es el 'macho alfa'. Raúl es el más listo de todos, el futbolista más grande que ha vestido la camiseta del Real Madrid junto a Alfredo Di Stéfano.

Raúl es el niño que se duerme en un autobús el día de su debut con el Real Madrid, es el joven valiente de 17 años que reta a Vierchowod, es el blanco que dribla a medio Atlético de Madrid, es el chico de barrio que inventa un regate para ganar la Intercontinental, es el madridista que se presenta en el Camp Nou y se atreve a mandar callar a sus enemigos azulgranas.

El '7' también es el futbolista de negro que se recorre medio campo parisino para sentenciar una Copa de Europa, es el ladrón que aparece en un saque de banda para robarle la cartera al Leverkusen, el delantero que marca tumbado en el suelo. Raúl es todo eso y mucho más.

La eternidad

Los números, indiscutibles, le apoyan, pero Raúl no es sólo datos. Las cifras no deben hacer olvidar lo realmente importante, su huella, la de un futbolista irrepetible que nació para jugar en el Real Madrid. Cuentan que a partir de ahora algún socio madridista verá las cosas de otra manera. No estará Raúl en el campo, pero seguirá jugando en el Real Madrid. Lo hará con el corazón y desde la distancia. Raúl no se va, sólo se ha tomado un tiempo."